🧪 COMPOST (Capítulo V): El equilibrio perfecto entre carbono y nitrógeno 🧬⚖️
El secreto de un compost exitoso no está en la suerte… sino en la proporción adecuada entre materiales ricos en carbono ("marrones") y ricos en nitrógeno ("verdes"). 🟤🟢
📊 Proporción ideal
La regla de oro es 2 partes de carbono por 1 de nitrógeno. Pero tranquilo, no hace falta ser químico: basta con reconocer los tipos de residuos que echas.
🟢 Residuos verdes (ricos en nitrógeno)
Estos son húmedos, blandos y se descomponen rápido. Activan la fermentación y aportan calor.
Cáscaras de frutas y verduras
Césped recién cortado
Estiércol fresco
Posos de café ☕
Restos de cocina vegetales
Hojas verdes
Ortigas frescas
Purines o abonos verdes líquidos
💡 Si te pasas de “verdes”, tu compost olerá mal o se pudrirá.
🟤 Residuos marrones (ricos en carbono)
Son secos, duros y aportan estructura. Sin ellos, el compost se vuelve pastoso y apelmazado.
Hojas secas 🍂
Ramas trituradas o astillas 🪵
Papel de cocina, cartón, servilletas sin tinta 🧻
Paja y heno 🌾
Serrín de madera sin tratar
Cáscaras de frutos secos
Cáscaras de huevo 🥚
💡 Si hay demasiado “marrón”, el compost irá muy lento.
📌 Consejo práctico:
Cuando tires algo “verde”, acompáñalo siempre de un puñado de “marrón”. Por ejemplo:
🍌 Cáscaras de plátano → añade un puñado de hojas secas
🥗 Restos de ensalada → mezcla con papel o cartón humedecido
📈 ¿Cómo saber si el equilibrio es correcto?
Si huele bien (tierra húmeda) ✅
Si no atrae insectos 🐜
Si se calienta por dentro (¡sí, literalmente!) 🔥
Si va reduciendo volumen semana a semana 📉
⏱️ Con el equilibrio ideal, puedes tener compost listo en 3-4 meses en climas templados.
En el siguiente capítulo… aprenderemos cómo acelerar el proceso y las condiciones ideales para un compost de 10. ¡No te lo pierdas!